Resistencia y rendición

Manuel Sañudo

“La rendición es una sabiduría simple, pero profunda, que implica ceder más que oponerse al flujo de la vida”
Eckhart Tolle

La resistencia a lo que es toma diferentes formas de negatividad en nuestro ser: desde una molestia simple hasta la angustia y la total desesperación, que repercutirán en la salud física, mental y anímica.

La negatividad es un rechazo a lo que existe hoy en nuestras vidas. Es resistirse a nuestra realidad porque nos aferramos a lo que fue y refutamos  lo que es.
Ocurre porque nuestro ego no acepta el cambio – y bien sabemos que la vida es un vaivén permanente. Queremos seguir viviendo lo que fue, puesto que no aceptamos las nuevas circunstancias. Esto es la negatividad.
Caprichosamente nuestro ego cree que puede cambiar el entorno a través de la resistencia/negatividad y obtener lo que quiere. Y pasar de la contrariedad a una experiencia agradable, mediante  ilusorios intentos de deshacer lo que rechaza: lo que es.
Cada vez que te observes en situaciones de negatividad, haz un alto y examínate: ¿a qué me estoy oponiendo?, ¿qué se esconde detrás de esta emoción-rechazo?, ¿por qué exploté con esa persona?... Suponiendo que la negatividad se disfrace de un arrebato encendido.  Recuerda que es tóxico acumular pensamientos, emociones o acciones malignas.
La resistencia y la negatividad empeoran cuando nuestra mente juzga que algo está “mal”: porque no es como lo que quiere que sea, sino que es como es.
A mayor diferencia entre lo deseado y lo que es, mayor será la frustración, el dolor y la negatividad, si no hacemos nada al respecto.
Aristóteles decía: “Enojarse es fácil, pero enojarse en la magnitud adecuada, con la persona adecuada, en el momento adecuado eso es cosa de sabios”.
Es sabio quien conduce sus emociones, aunque tengan forma de negatividad, pues dejarán de serlo si, acto seguido, pasa a la rendición y aceptación de lo que es y lo que fue.
La solución, para evitar la resistencia inútil y dolorosa, es la rendición: la aceptación ecuánime del entorno.
Sin embargo, rendirse no es lo mismo que resignarse. La resignación es abandono, conformismo, renuncia, dejadez.
La rendición tiene una diferencia sutil – de cara a la resignación: es la sabiduría de ceder ante la imperturbable realidad externa del hoy. Y trabajar en el cambio interior, apartando de sí la resistencia y la negatividad, para pasar a un remanso mental que nos permitirá cambiar la situación del mañana.

“Abandonar  puede tener justificación; abandonarse, no la tiene jamás”
Ralph Waldo Emerson


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