Luz y Oscuridad

Manuel Sañudo

“Cada uno elige dónde enfocar la mirada; sólo ven la oscuridad aquellos que están enfocados hacia el drama, el dolor y la injusticia”
Sai Baba

Aquí, allá y en el Mundo entero parece que vivimos una locura total: contaminando, peleando por los recursos, asesinando y otras barbaries que hacen pensar que estamos en una época de mayor oscuridad que antes.

No es que sirva de consuelo, pero la barbarie ha existido desde que el mundo es mundo, habitado por el hombre. Es cosa de leer un poco de Historia y comprobar que la brutalidad ha sido una constante universal: peleando unos con otros. Desde los tiempos de las tribus hasta los imperios modernos. La diferencia está en los modos y las armas sofisticadas que ahora se utilizan. De la piedra y el garrote hemos “avanzado” a las armas nucleares… ¡perverso avance!
Atrocidades ocurridas desde la crucifixión de Jesús el Nazareno hasta las actuales monstruosidades de asesinos en serie. Sea por conflictos religiosos, negocios ilícitos, políticos voraces o guerras estúpidas; por tráfico de seres humanos, venta de órganos vitales y un largo y entristecedor etcétera. Tal parece que no hemos salido de la era de las cavernas.
Hay un dato trágico: solo en el siglo XX más de 100 millones de personas fueron aniquiladas en guerras y asesinatos masivos, gracias al poderío de las armas de alta tecnología.
Imaginemos un mundo mejor: sin armas de ninguna especie. Los malvados serían menos peligrosos y prepotentes; y aunque las peleas no acabarían serían más parejas y menos destructivas… ¿A bofetadas, acaso? Obvio que a los fabricantes de armas no les conviene.
El panorama se mira tenebroso y desconsolador. Sin embargo, deseo compartir el optimismo de muchos grandes personajes que afirman que “se ve más la Oscuridad porque hay más Luz”. Porque, aunque no se note, y muchos medios de comunicación no ayuden para nada, somos más los buenos - imperfectos, obviamente - que los malosos.  Sucede, que los grupos de poder y comunicaciones quieren dirigir la mirada colectiva hacia lo oscuro y no hacia la luminosidad.
Pero, detrás de cada asesino, depravado, corrupto o delincuente hay cientos de miles de personas bondadosas, trabajadoras y decentes. Lo que pasa es que no se ven, ni los medios les dan el espacio que merecen. Recordemos la frase, del argot periodístico, que dice que “el amarillismo vende”. Es decir, que las notas amarillas y rojas venden más que las blancas. Así, pareciera que hay más penumbra que luminosidad.
Sai Baba (1926 -2011) que fue un líder espiritual de la India afirmó: “que está habiendo un incremento de la luz… Este incremento es intensificado por la conciencia de todos los seres humanos. Cada pensamiento, cada emoción, cada nuevo despertar de alguien a la conciencia de Dios eleva la luminosidad del planeta. Esto te puede parecer una paradoja, puesto que la mayoría ve a su alrededor más odio y miseria, sin embargo no es así…”
Siendo realistas tenemos mucho estrés, miedo, angustia y emociones negativas acumuladas que debemos limpiar para no caer en depresión, por un horizonte que en apariencia es sombrío y luce como generalizado en todo el Planeta.
Un camino de solución: si somos más los buenos que los malos debemos hacer valer nuestro peso específico como mayoría.

“No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética... Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos”
Martin Luther King


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